martes, 13 de noviembre de 2012

La miel de abeja


La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con la enzima invertasa que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los panales donde madura.
La intervención del hombre en el proceso de explotación de los panales de la colmena es conocida como apicultura.
Las características físicas, químicas y organolépticas de la miel vienen determinadas por el tipo de néctar que recogen las abejas.
La producción mundial media de miel es aproximadamente de 1.200.000 TN, y cerca de la mitad de ésta entra en los circuitos internacionales de comercio. Los principales países productores y exportadores son China, Argentina, España, México, Canadá, Hungría y Australia. Los principales importadores a nivel mundial son la Unión Europea y Estados Unidos.
 El estudio del polen en la miel virgen (melisopalinología) permite determinar su origen floral. Dado que las partículas de polen están electrostáticamente cargadas y atraen otras partículas, las técnicas usadas en la melisopalinología pueden usarse en estudios medioambientales de partículas radiactivas, polvo o contaminación.
Un efecto secundario de la recolección del néctar y el polen para la producción de miel es la polinización, que es crucial para la reproducción de las plantas con flores.

Para elaborar la miel
 La danza es el sistema de comunicación animal que tienen las abejas obreras para trasmitirle a sus pares, la distancia y dirección de la fuente de alimento (flores), de donde pueden obtener el néctar y polen necesario para la producción de la miel. Este baile consiste en sacudir su cuerpo mientras corre un corto trecho en línea recta. La rapidez con que danza indica la distancia hasta el tesoro, y la dirección en línea de baile muestra la orientación de vuelo en relación al sol.
 Las abejas pecoreadotas, absorben con su lengua el néctar de las flores que visitan, lo introducen en su buche y vuelven a la colmena. donde se lo entregan a las obreras jóvenes que encuentran más cercanas a la piquera; volviendo a salir en busca de más néctar.
Las abejas del interior rápidamente se ponen a trabajar para transformar el néctar en miel, ya que hay que rebajar el porcentaje de humedad, desde un 60 % con el que entra el néctar en la colmena, hasta un 16 ó 18. El proceso puede durar varios días, dependiendo en gran medida de la humedad y temperatura exterior.
Miles de abejas jóvenes, que todavía no han salido de la colmena, enriquecen el néctar con encimas, que ellas mismas segregan. Cuando los aportes de néctar son muy elevados, las gotitas de néctar son depositadas sobre los panales, ya que las abejas no disponen de tiempo para procesarlo. Por la noche, cuando  todas las abejas se han recogido dentro de la colmena, abejas jóvenes, nodrizas y pecoreadoras acaban de procesar los excedentes de néctar que entraron durante el día.

El néctar es depositado en las celdas de los panales, donde todavía seguirá perdiendo humedad, hasta alcanzar el grado de maduración perfecto, en torno al 18 %. Cuando las abejas comprueban que la miel esta lista para ser guardada, sellan la celda con una fina capa de cera; este proceso se llama el operculado de las celdas y es la señal, que indica  a los apicultores, cuando la miel está lista para ser recogida de las colmenas.
Durante todo el proceso de deshidratación del néctar, la pérdida de humedad es aprovechada por las abejas para refrigerar la colmena, creando corrientes de aire entre los panales por cientos de abejas ventiladoras, consiguen bajar la temperatura interior de la colmena en más de 15 grados. Consiguiendo de esta forma mantener constante la temperatura del nido de cría a unos 36º aproximadamente.
Una vez operculadas las celdas repletas de miel, puede mantenerse en perfectas condiciones de consumo durante muchos años.
 La miel es el endulzante natural más sano y beneficioso para la salud que contiene diferentes monosacáridos y polisacáridos que tienen como fin alimentar a las abejas más jóvenes durante su desarrollo.
El color de la miel suele ser un amarillo dorado. No obstante, su coloración y sabor dependen en gran medida del tiempo de maduración y de su procedencia. La miel que tiene un color más amarillo y menos anaranjado se considera de mejor calidad.
 Es un excelente alimento, de gran valor nutritivo. Contiene vitaminas del complejo B y proporciones muy equilibradas de hierro, calcio, potasio, fósforo y sodio. Sus propiedades medicinales son ampliamente conocidas, y muy numerosas. Además de la miel, las abejas producen otras sustancias muy beneficiosas para la salud como la jalea real, el propóleo, la cera y el polen.
La miel es la base de muchos jarabes naturales preparados con fines médicos.
Depurador de la sangre, revitalizador y tónico cerebral: Una cucharada de miel cada mañana en ayunas ayuda a limpiar las vías sanguíneas y a empezar el día con ánimos renovados. También sirve para:

Ø  La irritación e inflamación de la garganta
Ø  Acabar con las estrías y la celulitis
Ø  Dolores musculares
Ø  Acne
Ø  Para la tos
Ø  Y como laxante y emoliente


¿Quién hace la miel?

¿Cómo se hace la miel?

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